Celestino Sarobe, barítono - Miguel Los Santos Uhide - Mis cosas

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Celestino Sarobe, barítono




Celestino Sarobe
(Celestino Aguirresarobe Zaratain)


         Barítono guipuzcoano nacido en Orio en 1892 y fallecido en Zarautz (Gipuzkoa) en 1952.
         Tras doctorarse en medicina en 1917, en Valladolid, comenzó a estudiar canto con Ignacio Tabuyo. Posteriormente se trasladó a Roma donde continuó su formación con Mattia Batistini. Fue precisamente este último quien le brindó la oportunidad de debutar en el Teatro del Liceo con La favorita, de Donizetti, en 1919. Su siguiente actuación en España fue en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, en el que se presentó con su interpretación más famosa, El barbero de Sevilla, y en la misma temporada se estrenó triunfalmente en Milán con La Traviata, bisando el aria Di Provenza.
         Formado en la más pura tradición belcantista -considerado por algunos sucesor de Ruffo y Battistini-, destacó por la sutileza de su canto, capaz de los más variados adornos y matices vocales, con una voz clara y brillante, aunque algo corta de volumen. Se especializó en el canto de recital y ópera de cámara.

        
Consagrado ya a nivel internacional, su presencia fue habitual en numerosos teatros italianos, entre ellos el Teatro de Bolonia, la Fenice de Venecia, el Teatro Regio de Turín, en el estreno del Nerón de Boito dirigido por Toscanini (1925), con Pertile y Journet; el San Carlo de Nápoles, de nuevo con el personaje de Germont de La Traviata, acompañado de la española Elvira de Hidalgo, y regresó a La Scala con Nerón, repitiendo el mismo elenco de Turín. Este papel, junto con el Fígaro de El Barbero de Sevilla, fueron sus preferidos, aunque a ellos añadió excelentes interpretaciones en Tosca, Otello y Rigoletto. En 1923 fue invitado al Teatro Real de Madrid para el estreno de Amaya, del compositor vasco Jesús Guridi, con Ofelia Nieto e Isidoro Fagoaga; junto a la misma soprano y Miguel Fleta, cantó Aida, poco tiempo antes del cierre del regio coliseo.
         También volvió a dar muestras de su arte en el Liceo de Barcelona, en el que actuó tres temporadas consecutivas y estrenó Marianela, de Pahissa, con Carlota Dahmen, Conchita Velázquez y Gabriel Olaizola. Durante los años veinte cantó en diversas giras europeas en las ciudades de París, Berlín, Frankfurt, Praga, Viena, Budapest, Oslo y Estocolmo, además de destacar en una representación de Los Payasos en el Teatro Real de El Cairo. En los últimos años de su carrera como cantante se prodigó en la música de cámara, y fue muy aplaudido en el estreno bilbaíno de Canciones de Don Quijote a Dulcinea, de Ravel, en 1935 junto a la Orquesta Sinfónica de Bilbao dirigida por Jesús Arámbarri. Después de la retirada ejerció la enseñanza en el Conservatorio del Liceo; publicó diversos trabajos sobre el canto e intervino en varias conferencias.
         Entre sus grabaciones se encuentran: Ideale y Ave María de Tosti, Arias de Rigoletto y La traviata de Verdi, de La africana de Meyerbeer, La hija del regimiento de Donizetti, Canciones Vascas y Canciones Españolas.




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